El dos de Febrero a las cuatro de la tarde, en el modulo cubierto de Río Esgueva, tendrá lugar esa gran prueba de lanzamiento de peso que venimos anunciando durante toda la semana. A esa hora los pronósticos y las porras, que han servido para avivar el fuego previo a la batalla y elevar la motivación de nuestros aguerridos lanzadores, no tendrán valor, sólo un círculo de poco más de dos metros de diámetro y una bala de cañón de más de siete kilos de peso determinarán quienes son los vencedores y quienes son los vencidos. El implacable juez en este brutal combate será la frialdad de una cinta métrica que determinará, quizás por unos pocos centímetros, la delgada línea entre la victoria y la derrota.
Los gladiadores que se batirán en esta batalla son de sobra conocidos, pero no por ellos vamos a dejar de presentarlos:
Por un lado Toño de la Cruz, el gigante de Sahagún que ha dominado la temporada tiranizando la clasificación en cuantas pruebas ha participado, su lucha será contra la cinta métrica, el objetivo: los dieciséis metros y medio que le capultarían al campeonato nacional.
Por el otro lado se presenta la feroz batalla por la plata, en ésta están inmersos seis lanzadores que bordean la línea de los catorce metros en cada uno de sus esfuerzos. El jabalinista leonés Victor Rubio, esa enorme fuerza, que le hace ser capaz de mover más de ciento sesenta kilos en pectoral sin despeinarse, y la capacidad de automotivarse hasta puntos donde parece perder el control, serán sus armas, una contractura en su maltrecha espalda será su principal enemigo. Guri, si el enorme lanzador de Castro consigue dominar su ansia por lanzar y realiza un giro controlado pondrá en apuros a todo aquel que quiera batirle. Rubén Delgado, la veteranía, el gran decatleta que domina los catorce metros desde hace más de diez años, tratará de utilizar su regularidad y capacidad competitiva para frenar el empuje de los jóvenes. JuanFran, un talento de apenas diecinueve años de la factoría charra, si el discípulo de Maroto consigue lanzar igual de relajado que cuando calienta, encarecerá la plata más que las joyerías. David Ordás, otro representante de Sahagún, tan ágil o más que su primo Toño en el giro, si David controla su ritmo frenético podría haber dos familiares en el podium. Javier Flores, la gran revelación de la temporada, este ex-tenista y “novato” de las pruebas combinadas parece empeñado en ponérselo difícil a los chicos grandes, si utiliza su amplitud y el maestro Herrero no le pone nervioso, se puede convertir también en la revelación del campeonato.
Presentada la batalla, sólo queda desear justicia a los contendientes, porque como dijo una vez un tal César: la suerte está echada.
Los gladiadores que se batirán en esta batalla son de sobra conocidos, pero no por ellos vamos a dejar de presentarlos:
Por un lado Toño de la Cruz, el gigante de Sahagún que ha dominado la temporada tiranizando la clasificación en cuantas pruebas ha participado, su lucha será contra la cinta métrica, el objetivo: los dieciséis metros y medio que le capultarían al campeonato nacional.
Por el otro lado se presenta la feroz batalla por la plata, en ésta están inmersos seis lanzadores que bordean la línea de los catorce metros en cada uno de sus esfuerzos. El jabalinista leonés Victor Rubio, esa enorme fuerza, que le hace ser capaz de mover más de ciento sesenta kilos en pectoral sin despeinarse, y la capacidad de automotivarse hasta puntos donde parece perder el control, serán sus armas, una contractura en su maltrecha espalda será su principal enemigo. Guri, si el enorme lanzador de Castro consigue dominar su ansia por lanzar y realiza un giro controlado pondrá en apuros a todo aquel que quiera batirle. Rubén Delgado, la veteranía, el gran decatleta que domina los catorce metros desde hace más de diez años, tratará de utilizar su regularidad y capacidad competitiva para frenar el empuje de los jóvenes. JuanFran, un talento de apenas diecinueve años de la factoría charra, si el discípulo de Maroto consigue lanzar igual de relajado que cuando calienta, encarecerá la plata más que las joyerías. David Ordás, otro representante de Sahagún, tan ágil o más que su primo Toño en el giro, si David controla su ritmo frenético podría haber dos familiares en el podium. Javier Flores, la gran revelación de la temporada, este ex-tenista y “novato” de las pruebas combinadas parece empeñado en ponérselo difícil a los chicos grandes, si utiliza su amplitud y el maestro Herrero no le pone nervioso, se puede convertir también en la revelación del campeonato.
Presentada la batalla, sólo queda desear justicia a los contendientes, porque como dijo una vez un tal César: la suerte está echada.
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