Como bien podéis suponer, viajar desde León a Iquique no es un viaje sencillo y, ni mucho menos, rápido. Comenzamos el viaje en León el día 9 a las 18 de la tarde, breve vuelo de 1 hora hasta Madrid donde a las 21 de la noche nos reunimos todos los seleccionados para viajar a Chile. Después de los saludos, comenzamos a facturar y aquí aparecen los primeros problemas y son graves problemas: la compañía se niega a facturar las pértigas (a pesar de haber asegurado anteriormente por teléfono que lo harían) y como resultado de esto Igor, Gazol y Anna acaban el viaje antes de empezar pues deciden quedarse, ante la inseguridad de poder contar con el equipo adecuado para competir.
A la una de la mañana, con una hora de retraso sobre lo previsto, partimos desde Barajas en vuelo directo a Santiago de Chile, el vuelo tiene una duración de unas 13 horas, con mucho el mayor tiempo que nunca haya estado metido en un avión. Durante tantas horas piensas que vas a tener tiempo a hacer muchas cosas, pero en realidad se convierte en una noche algo más larga de lo normal, donde dormir parece la mejor opción en una noche que parece eterna, pues nuestro movimiento hacia el Oeste nos hace huir del sol que no nos alcanzará hasta el final del viaje, ya en territorio Chileno. Es en este momento cuando divisamos desde el avión la cordillera de los Andes, un montón de cumbres nevadas que sobresalen entre las nubes, un espectáculo realmente digno de ver.
Llegamos a Santiago a las 8.20 hora local (16.20 españolas), nada más llegar nos encontramos con el segundo problema del viaje, al recoger el equipaje andaban por allí los típicos policías con perros olisqueando los equipajes, todos pensábamos que buscaban droga pero la sorpresa fue cuando uno de los perros empezó a ladrar como un loco señalando el equipaje de una compañera. En la mochila había una carga tan peligrosa como pueden ser un par de plátanos y una manzana, al parecer en Chile es un delito meter alimentos de fuera, por riesgos de plagas y demás, lo que quizás no esté tan justificado sea meterle semejante susto a una pobre chica que sólo llevaba algo de comida para pasar mejor un viaje interminable. Al final todo se resolvió con un susto y una multa de sesenta Euros.
A la una de la mañana, con una hora de retraso sobre lo previsto, partimos desde Barajas en vuelo directo a Santiago de Chile, el vuelo tiene una duración de unas 13 horas, con mucho el mayor tiempo que nunca haya estado metido en un avión. Durante tantas horas piensas que vas a tener tiempo a hacer muchas cosas, pero en realidad se convierte en una noche algo más larga de lo normal, donde dormir parece la mejor opción en una noche que parece eterna, pues nuestro movimiento hacia el Oeste nos hace huir del sol que no nos alcanzará hasta el final del viaje, ya en territorio Chileno. Es en este momento cuando divisamos desde el avión la cordillera de los Andes, un montón de cumbres nevadas que sobresalen entre las nubes, un espectáculo realmente digno de ver.
Llegamos a Santiago a las 8.20 hora local (16.20 españolas), nada más llegar nos encontramos con el segundo problema del viaje, al recoger el equipaje andaban por allí los típicos policías con perros olisqueando los equipajes, todos pensábamos que buscaban droga pero la sorpresa fue cuando uno de los perros empezó a ladrar como un loco señalando el equipaje de una compañera. En la mochila había una carga tan peligrosa como pueden ser un par de plátanos y una manzana, al parecer en Chile es un delito meter alimentos de fuera, por riesgos de plagas y demás, lo que quizás no esté tan justificado sea meterle semejante susto a una pobre chica que sólo llevaba algo de comida para pasar mejor un viaje interminable. Al final todo se resolvió con un susto y una multa de sesenta Euros.
Como teníamos bastante tiempo, hasta la hora de comer y de coger el avión rumbo a Iquique, aprovechamos para hacer un poco de turismo por Santiago, la capital de Chile, paseamos por el centro de la ciudad, vimos la casa de la moneda por fuera (lugar donde murió Salvador Allende en el golpe del 73). Allí hacia bastante frío, recordemos que se trata del hemisferio Sur y que está empezando el invierno en esta latitud. Después en la comida, reiniciamos el viaje a las tres de la tarde (nueve de la noche en España) continuamos el viaje hasta Iquique en un vuelo local de dos horas de duración. Llegamos a Iquique a las cinco de la tarde y nos encontramos con veinte grados de temperatura, un Océano Pacífico espectacular, chocando contra los acantilados y entrando en las pequeñas calas, y también un auténtico desierto que recuerda a las películas americanas, montañas de arena y tierra sin un solo árbol en kilómetros a la redonda.
El último contratiempo del viaje se produjo al llegar al hotel, a eso de las siete de la tarde (una de la mañana en España, 32 horas después de salir de León). Al parecer nos pasó como a Willy Fog, porque nos esperaban un día más tarde, no había sitio en el hotel (hotelazo dicen) donde nos tenemos que quedar, y al final nos quedamos en otro hotel en el centro de Iquique al que le faltan muchas de las comodidades que esperábamos, con la promesa eso sí de cambiarnos hoy al otro hotel, donde nos dirigiremos dentro de un par de horas. Así acaba el primer día (que en realidad han sido dos) de esta expedición por Sudamerica.
El último contratiempo del viaje se produjo al llegar al hotel, a eso de las siete de la tarde (una de la mañana en España, 32 horas después de salir de León). Al parecer nos pasó como a Willy Fog, porque nos esperaban un día más tarde, no había sitio en el hotel (hotelazo dicen) donde nos tenemos que quedar, y al final nos quedamos en otro hotel en el centro de Iquique al que le faltan muchas de las comodidades que esperábamos, con la promesa eso sí de cambiarnos hoy al otro hotel, donde nos dirigiremos dentro de un par de horas. Así acaba el primer día (que en realidad han sido dos) de esta expedición por Sudamerica.
3 comentarios:
muchas suerte, men!!!!!!
:)))
¿qué tal la fauna autóctona chilena??
Que hermoso es este destino, sin duda de lo mejor en este tan bello pais como lo es Chile. Saludos!
Pablo - Hoteles en Iquique
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