sábado, 4 de diciembre de 2010

Un buen sitio donde vivir

Sábado por la mañana, apenas se ve un poco de tartán emerger del paisaje nevado (como se puede ver en la foto). Una mañana soleada fantástica para hacer cualquier cosa… cualquier cosa menos intentar entrenar seguramente :)

Con nuestras instalaciones, las posibilidades de hacer un buen entrenamiento en estas circunstancias son escasas, pero seguramente el medio entrenamiento que hemos hecho tenga mayor valor que uno completo en una mejor instalación.

Digo esto porque lo que realmente me llena es como, en este pequeño rincón recóndito entre montañas, el compañerismo y la amistad se convierte en el principal medio, la principal motivación para practicar este deporte que nos une.

Esta mañana yo no tenía pensado correr, pero he calentado ayudando a mis amigos a limpiar una calle de nieve para que pudieran hacer series. Luego llegó el momento de entrar a las pesas y he vivido una sensación como la de los niños que esperan a los reyes magos. Por primera vez en mucho tiempo, he podido hacer series de sentadilla con más de 200 kilos, y esto ha sido gracias a que Apa, otro amigo de los entrenamientos, consiguió que le agujereasen 2 discos de 25 kilos hasta el pase olímpico.

Ahora, cada día que me meta debajo de la barra con esos 2 discos artesanales tendré una motivación más para llegar a los 230 que son el nuevo límite de nuestra barra. Tenemos pistas nevadas, barras con límite, pero dónde no tenemos límite es nuestra ilusión y nuestra amistad.

MUSGO Y HONOR!!!!!!!!!!



1 comentario:

David dijo...

Me encantan tus palabras, Chema. Dan un subidón! mucha suerte y a por todas. Y a seguir con ese espíritu. Qué pena que por aquí no haya gente como tú -o cueste tanto encontrarlos-.