domingo, 12 de diciembre de 2010

Sentimientos encontrados.

Los acontecimientos que en los últimos días han puesto a nuestro deporte, el atletismo español, en el candelero, han desatado en mi un contraste de emociones.

Por un lado, me embarga una profunda tristeza, algunos compañeros han hablado de que era un "secreto a voces", yo no diría tanto, pero mentiría si dijera que no he escuchado multitud de rumores sobre alguno de los presuntamente implicados, es más, puestos a sincerarnos, también se escuchan rumores parecidos sobre alguno de los compañeros que salieron a la palestra, durante la pasada semana, para crucificar a los caidos. Aún así eran rumores, palabras en el aire que no pueden sostenerse, máxime cuando en el ojo del huracán están compañeros que disfrutan de los más grandes triunfos sobre la pista, la naturaleza humana nos hace desconfiar de aquellos que son mejores que nosotros y por tanto estos rumores erán sólo eso: rumores. Pero el jueves la Guardia Civil, un cuerpo policial al que no me cansaré de felicitar por su mágnifico trabajo (no sólo en este caso, en su labor para nuestra protección en general: tráfico, montaña y un largo etc.), actúo, y al actuar desmontó alguno de los grandes mitos que encumbraron a nuestro deporte, y de paso indirecta e involuntariamente acabaron también con la credibilidad del resto de éxitos de nuestro atletismo y, quizás, de nuestro deporte en general.

Por otro lado, me quedan unas pequeñas sensaciones positivas, y es qué, tras comprobar en los últimos acontecimientos como los cuerpos de seguridad desmantelan una tras otra distintas redes de dopaje (Puerto, Mamut, Grial, Galgo...) uno recuperá la fé en la justicia, comprueba que ésta sigue siendo ciega y que no mira la matrícula de los malos, los persigue y cuando los coge, los captura, sean quienes sean. Si algo saca el deporte español en limpio, después de esto, es que ya nadie podrá sentirse por encima de la ley (al menos en los deportes de pobres, y aqui cada uno que entienda lo que quiera), porque habiendo caido quienes han caido, queda claro que, a los cuerpos de seguridad del estado, no les temblará la mano con nadie.

Para otro rato dejo un análisis sobre como creo que debemos afrontar la situación actual, adelanto que tengo unas ideas muy claras sobre esto, y que seguramente a muchos no van a gustar. Pero hay que ser realistas, esto no se arregla sólo con un comunicado (aprovecho estas lineas para dar las gracias a Ángel Rodriguez, Pablo Villalobos y Manuel Martinez, por impulsarlo), la credibilidad de nuestro deporte ha caido a un nivel sólo alcanzado por algunos políticos, si queremos recuperarla hará falta mucha unión.... y bastante sacrificio.

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