Tercer torneo del año y mismo resultado: Victoria por aplastamiento. Desde que Rory Sabbatini se descolgara a mediados de la temporada pasada con la afirmación de "Tiger es en este momento mucho más accesible que nunca", cuando muchos empezaban a pronósticar el inicio de un suave declive, Tiger se ha comportado como una auténtica máquina de hacer birdies, acumula una racha de 6 victorias consecutivas, y empieza a alimentar la esperanza de quienes creen que este año puede ganar el gran slam; las sedes: Augusta, Torrey Pines, Birkdale y Oakland Hills, son campos que a priori parecen favorecerles (¿cual no?) y él mismo ha dicho que cree que es posible.
Por lo que respecta a esta semana, durante el WGC- accentur, mundial match-play, el paradisiaco campo en medio del desierto de Arizona en el que se desarrolló el evento presenció una exhibición de drives de más de 300 metros (la altitud del campo aumentaba la distancia en unos 20-30 metros) y el camino hacia el titulo de Tiger no fue tan sencillo como podía pensarse, en primera ronda se enfrentó a J.B. Holmes (ganador este año en Phoenix) y en cuartos de final tuvo un enfrentamiento durisimo con un inspirado Aron Baddeley que sin duda fue el partido de más nivel de este campeonato, donde tuvo que batir su récord de birdies en un match (11) para vencer.
La final a 36 hoyos con el gigantesco Stewart Cink se convirtió en un paseo por el campo, ya que como decía el finalista "vencer a Tiger en un match de 18 hoyos es dificilisimo, hacerlo en uno de 36 es un milagro", aunque le quedaba el consuelo de que "me gusta jugar con él el último dia, porque cuandolo haces es como un premio por haber jugado bien toda la semana, y encima puedes ver su partido desde más cerca que nadie" Comentó Cink antes de perder por 8 y 7.
1 comentario:
echa un vistazo a mi blog, nen
:)
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