El mejor consejo técnico que me dieron este año...

Y ahora que acabó la pista cubierta llega el momento de reflexionar sobre algunos aspectos técnicos que siempre lastran los resultados en competición.

El mejor consejo técnico del año me lo dio alguien que nunca ha pisado un círculo de lanzamiento de peso, mi buen amigo Marcos me comentó que había visto un lanzamiento mío y que era imposible que fuese realmente lejos porque lanzaba la bola con fade. Cuando lo dijo, después de las carcajadas por la comparación entre el golf y el lanzamiento de peso, estuve pensando algún tiempo en que pudiese tener sentido de verdad aquello que había dicho y tras observar lanzamientos de un montón de atletas y también algunos pocos míos, puedo decir que probablemente Marcos, aún sin saberlo, diese en el clavo.

Para explicarlo hay que tener en cuenta pequeños conocimientos de Golf, además siempre me referiré a un lanzador zurdo por lo que habría que cambiar cosas si se tratara de uno diestro.

Entiendo que para hacer un lanzamiento de peso eficaz tenemos que afrontar el lanzamiento como si fuese un largo par 4 con dogleg derecha (ver fotografía). Imaginemos que la trayectoria del golpe de Drive es la misma que dibuja nuestro pie izquierdo, como necesitamos potencia lógicamente se tendrá que mover con “draw” (efecto izquierda-derecha en zurdos), pero necesitamos obligatoriamente que aterrice en el centro o en la zona izquierda de la calle para tener ángulo suficiente en el tiro a green.

Para el segundo golpe siempre dependemos de lo que ocurre en el primero, si el pie izquierdo ha aterrizado en medio de la calle (condiciones perfectas) entonces tendremos que poner el pie derecho enfrente del contenedor (lo que nos colocaría cerrados respecto al objetivo que no olvidemos que está a la derecha) para luego hacer un movimiento largo en el que la bola sale hacia la derecha. Esta regla se cumple en casi todos los lanzadores giratorios que hacen sus grandes lanzamientos a la derecha (diestros) en el límite del sector (Nelson, Barnes, Hoffa etc.) y en los zurdos a la izquierda.

Lógicamente, al igual que en el golf, el principal problema es cuando no se coge calle, como me ha pasado a mi a lo largo del invierno (como podemos ver en la fotografía). Lo normal es que al intentar pegarle muy duro en la salida bloquees el drive y le pegue recto a la derecha, mi pie izquierdo cae en la parte derecha de la calle y es entonces cuando estamos en un problema de cara al segundo golpe: al seguir la trayectoria del pie izquierdo todo el cuerpo está desequilibrado en caída y el pie derecho se coloca “muy” fuera de lo que consideramos la calle, seguir con el plan de pegarle cerrada hacia la línea que indican los pies acabaría con la bola “muy” fuera de sector, el mal menor suele ser cortar el lanzamiento mucho antes de llegar a la pierna derecha y el resultado es un débil golpe de fade que hace que la bola aterrice generalmente muy cerca. Los problemas no acaban ahí, porque tanto desequilibrio y el cortar el golpe antes de acabarlo suelen impedir mantener una posición equilibrada y suelen desencadenar en nulos.