En los dias que corren, con todo tipo de escándalos salpicando el mundo del ciclismo profesional, ha dejado de ser habitual utilizar a los ciclistas como espejo en el que mirarnos aquellos que sentimos que el deporte es y debe ser un ejemplo para todos. Hoy gracias al viejo jefe vuelve a serlo.
Ayer se disputó una de las más terribles etapas que ha vivido el Tour de Francia, una imitación de la Paris-Roubaix, con tramos de Pavé y final a la entrada del mítico Foirest de Aremberg. Hubo caidas y muchos ciclistas se vieron perjudicados por éstas, también averías y pinchazos que hicieron que algunos lideres como Armstrong y otros perdiesen un tiempo valioso de cara a la clasificación general.
El tejano, lejos de compadecerse y echar pestes sobre la organización por introducir una étapa de estas caracteristicas en el Tour, sorprendió a todos con estas declaraciones "Ha sido muy duro, un espectáculo, el Tour de Francia se merece tener una étapa así"... Para quitarse el sombrero, en caliente y siendo capaz de hacer esa reflexión, seguro que antes de llegar al hotel ya estaba pensando en dónde va a intentar recuperarse del golpe y recortar tiempo a los lideres.
Señores, ESTO HA DE SER EL DEPORTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario